Por María Gracia Inzaurraga

Después de varios años volvimos a ver TOC TOC y comprobamos que mantiene toda su vigencia y un nivel de humor impresionante que se sostiene durante toda la obra.

Los perfiles de los personajes con sus peculiares “trastornos” generan en el público, que sigue llenando sus funciones, una empatía muy especial al punto de volver a verla otra vez.

La solidez de todos los actores torna creíbles las situaciones disparatadas que se generan y sus desenlaces.

Sin duda una de las obras imperdibles de la cartelera de la calle Corrientes para todos los que estén por Buenos Aires.