
Por María Gracia Inzaurraga
El cine francés, poco apreciado en estas latitudes, nos trae últimamente películas de un nivel exquisito que nos retrotraen a la “belle époque” del cine europeo de los 70’, con
producciones sin mucho presupuesto pero con historias interesantes y actuaciones brillantes, contracara del cine americano que tenemos que soportar, claro.
“El viaje de Madeleine” es la historia de una anciana (Line Renaud) de 92 años con un pasado que contar. La señora en cuestión, toma un taxi y debe cruzar toda la ciudad de París, donde la espera un residencial. Pero el viaje será una sorpresa para la pasajera y el chofer Charles (Dany Boon).
La anciana, tendrá tiempo para contar su interesante y ajetreada vida y el taxista, para escucharla.
El viaje es una exquisita confrontación entre dos realidades que sin querer se encuentran y de cierta forma, se salvan mutuamente.
El espectador se verá sutilmente atrapado en esa intimidad llena de lugares en donde uno se puede reflejar, sintiéndose tocado por el humor y el drama, en iguales dosis.
Para el que quiera volver a París, esta es una oportunidad; paradas en el Ponte Alexander charlas frente a la Consiergerie , Champs Élysées, sus tiendas y luces. Toda la película se rueda en sus calles y boulevares y es algo para agradecer porque nos recuerda a la nueva etapa parisina de los films de Woody Allen.
A veces sin poner mucha expectativa en lo que se va a ver el producto nos sorprende, y ésta, es una película que lo logra.
