
Por María Gracia Inzaurraga
Si Gardel hubiera querido ser el morocho de Tacuarembó esa denominación la hubiera acuñado y trasmitido pero él acepto ser del Abasto y ese es uno de sus apodos hasta el día de hoy.
El Zorzal criollo brilla y vive en la calle corrientes: “Cuando Frank conoció a Carlos” es el encuentro místico de dos grandes voces de aquella época.
Carlos Gardel y Frank Sinatra se encuentran en 1934 en una Nueva York ya cosmopolita con un Gardel apodado “el barítono argentino” y un Sinatra de 19 años con una buena voz y curiosidad por el Zorzal.
La pregunta que da letra a esta espectacular obra es la que le formula el joven al Zorzal: “Mister Gardel”, usted que me aconseja que haga?
Y Gardel le contesta que no pierda tiempo y que se anote en un concurso para cantar.
“Cuando Frank conoció a Carlitos” es la unión entrañable que se establece entre dos leyendas que se encuentran y van tejiendo con mucho humor y los mejores tangos, una relación que los llevará por el mundo de los malevos, la fidelidad a la madre, los amores perdidos los amigos, las decepciones.
En tono de comedia y con cuerpo de baile, las risas y la nostalgia propia del tango, acompañan esta maravillosa puesta en escena que el recién renovado “Teatro Presidente Alvear” ofrece en su sala estupenda.